Entre la producción de Mckean encuentras cómic y dibujos a blanco y negro, con un característico trazado sucio, tenebroso; portadas de cómics, discos, libros...donde mezcla diferentes técnicas: fotografía, collage, tintas, lápices, tipografías artísticas, un poco de Photoshop por aquí y por allá sabiamente utilizado, y voila! Tenemos una creación caóticamente ordenada, con esa visión extraordinaria para crear imágenes desde los elementos más inusuales.
Tanto Coraline (Salamandra, 2003) como Los Lobos de la Pared (Astiberri, 2004) tienen en común una valiente niña protagonista, en la que su tranquila y aburrida vida familiar se ve repentinamente alterada por un mundo paralelo desconocido (sus Otros Padres en Coraline, y los Lobos en el segundo) ; en ambos libros, es dicha niña la que lucha para que las cosas vuelvan a su normalidad, enfrentándose con sus propios miedos.
Coraline, un aburrido día de lluvia decide explorar las catorce puertas de su nueva casa; trece se abren con normalidad, la última está tapiada. Cuando finalmente consigue abrirla, la conduce por un pasadizo secreto a una escalofriante copia de su propia casa y sus otros padres, pero allí la comida está más rica y los juguetes son maravillosos. Pronto Coraline descubre que tras los espejos, están las almas de otros niños que han caído también en la trampa:
-¿Coraline?-preguntó la mujer, ¿eres tú?
Entonces se dio la vuelta. Sus ojos eran dos grandes botones negros.
-Es hora de comer, Coraline.
-¿Quién eres?- quiso saber Coraline.
-Tu otra madre-contestó la mujer- Ve a decirle a tu otro padre que la comida está lista.
(…)
-No sabía que tenía otra madre- comentó la niña con cautela.
-Pues claro que sí, todo el mundo la tiene-explicó la otra madre, cuyos ojos de botones negros centelleaban-. He pensado que, después de comer, te gustaría jugar con las ratas en tu habitación.
Mientras Coraline es un libro como tal y las ilustraciones a tinta se encuentran en páginas separadas, otros titulos son en formato álbum de gran calidad, a color, donde el texto de Gaiman salpica de forma expresiva, casi desmesurada, las tétricas ilustraciones de nuestro artista. Este último se acerca bastante a lo que consideramos un cómic propiamente dicho.
Los dibujos de Coraline estilísticamente recuerdan al inglés Edward Gorey, mientras que el guión hace continuas alusiones a Alicia en el País de las Maravillas (el gato negro que habla y la acompaña, los espejos, las llaves, los túneles…en fin, esa eterna influencia!) Para Neil Gaiman, Coraline es la obra de la que más orgulloso está, y esto es bastante curioso, dado que se podría considerar este libro como una obra menor del escritor.
Neil Gaiman contaba en una entrevista: “Recuerdo que cuando era un crío leí algunos libros, escritos por adultos, acerca de la niñez o desde la perspectiva de un niño. Y al leerlos pensaba: ¿Por qué no se acuerdan? No hace tanto que esta gente tenía ocho o diez años, no pueden tener más de cincuenta… Son sólo cuarenta. ¿cómo es que se han olvidado?”
Y para volvernos a recrear con Coraline, el grandísimo ilustrador P.Craig Russell ha hecho una adaptación al cómic, que aunque se ciñe bastante al texto original, su visión no es tan terrorífica, nada que comparar con Mckean, es simplemente otra cosa. Su dibujo, tal y como nos tiene acostumbrados, es limpio, perfecto y sublime en detalles. Otra joya que no hay que perder de vista.
Y si todavía quieres más, la adaptación de Coraline al cine animado en 3D de Henry Selick, el director de Pesadilla antes de Navidad, que se estrenó el 5 de junio de 2009. Con la técnica del Stop Motion, en la que se simula el movimiento de marionetas y objetos estáticos, capturando sus fotografías.
Os dejo unos enlaces de ampliacion
http://www.imaginaria.com.ar
http://www.tebeosfera.com
